miércoles, 14 de julio de 2021

una carta de amor para mi pueblo

 Cuando tenía 14 años o quizá menos, fui a una fiesta en la plaza, y me dije "¿cómo rayos le hace esta gente?", me sentía tan lejana, tan apartada, me creía mejor que todos, pensaba en cómo mis papás podían ser felices en un pueblo tan pequeñito como tú. Crecí, me mudé a una hora de distancia, pero la ciudad tampoco se sentía como mi hogar, así que tuve que regresar a ti en cuanto terminé la universidad.

Cuando era una niña, una adolescente, incluso una adulta, iba por la vida diciéndole a la gente cuánto te odiaba, cuánto quería irme de ti, lejos muy lejos. Y a veces la vida es graciosa y te dice, "'¿ah sí?, pues vamos a ver"

Y hace un año la vida me dio un regalo:

al fin entendí la magia de la que todos hablaban, al fin comprendí porque la gente llega y no quiere irse de ti.

son tus amaneceres llenos de paz

es la gente que llega y se convierte en amigos, en familia

son las conversaciones en la playa, bajo las estrellas

es nadar en la madrugada sin ropa

son los atardeceres nadando y agradeciéndole al universo por todo lo bueno

es poner un negocio y prosperar

es encontrar al amor un día mientras bailas

es mi familia

es caminar por la calle hablando o pensando en lo mucho que quieres ver a alguien y que de repende aparezca

es escribir cada día mis deseos y susurrárselos al viento

es visitar a mis papás y abuelos

son las noches de fiesta y diversión

es entrar al mar y darte cuenta un día, de que eres el paraíso mismo, lo que Dios creó hace muchísimo y ahora disfrutas.

Mi san pancho bonito, te voy a extrañar, pero no me iré por mucho, y sé que siempre estarás aquí esperándome con una invitación para nadar y caminar y escribir mientras observo la naturaleza.

Gracias por tanto, ahora con firmeza puedo decir que estoy enamorada de ti y todo lo que me ofreces. Y ahora con certeza sé que puedo irme y pensar en ti con una sonrisa.

No hay comentarios: