martes, 16 de septiembre de 2014

Drama de un martes patrio

Esta vez el drama no tiene que ver conmigo, es más bien algo que presencié y tuve que salir huyendo de ello antes de que me afectara de más. No entraré en detalles porque no se trata de mí, pero quiero escribir acerca de que de todas las situaciones dramáticas de la vida podemos sacar algo bueno.

Todo empezó en la madruga del 15, cuando yo estaba profundamente dormida y probablemente soñando. Y mientras yo hacia esto en mi casa se armó una revolución de la que no supe hasta hoy en la tarde. ¿Y por qué me enteré? Porque entré al cuarto de mis papás como siempre lo hago y hay salió todo; drama por todas partes, inundando el lugar.

Y pensé para mis adentros, "de nuevo la misma historia", y de nuevo me preocupé y me puse a pensar en mi situación actual y en cómo me la paso sufriendo por las mismas cosas. Y me dije "Vaya cosa", y me dirigí a mi cuarto donde unas cuantas lágrimas cayeron y aterrizaron en mi almohada.

Luego, y como siempre, pensé que lo mejor sería irme de una vez a mi otra casa (en la ciudad donde estudio) y salir huyendo antes de que las cosas se complicaran. Y bien; la cosa positiva pasó. Hablé con mi papá. No es de sorprender que diga que nunca hablo con él, las conversaciones más largas que tenemos no duran mas de unos minutos, y justo ayer estaba pensando en cómo me gustaría que tuviéramos una mejor relación.

Terminamos por hablar durante casi la mayor parte del camino. Y eso fue un gran avance. A veces los dramas unen a las familias. Y me dijo tantas cosas que ni siquiera sabía acerca de su vida y de su relación con mi mamá, y yo estaba ahí, mirando hacía la carretera y pensando "mira todo lo que te estás perdiendo"

Y llegando a mi casa me armé de valor y me dije "ya basta", ya no tienes porque seguir aguantando que te hagan menos, ya no tienes porque seguir ocultándote, no tienes por qué sentir miedo: el daño está hecho, tienes heridas; sí, pero ya es hora de que sanen. Y no puedes pasar la vida pensando "algún día...", porque ese día no llegará. Ese día tiene que ser hoy y solamente hoy. No existe el mañana y el ayer ya se fue para no regresar. Dramas habrá siempre; nos encantan. Pero sacarle lo bueno a las situaciones depende de nosotros mismos, y sobre todo depende de nosotros mismos parar el drama. Decir "esto no es para mí", "yo merezco algo mejor"

Y sí, se siente raro que después de tanto tiempo al fin puedas encontrar la paz en ti. Pero vale la pena.

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