viernes, 19 de septiembre de 2014

Un poema de amor para mí

Me gusta la manera en que tus manos se mueven con la luz del sol.
Aún mejor, me gusta la manera en que tus manos se mueven sobre la piel que no te pertenece.
Dices demasiado, pero en realidad te guardas las palabras más importantes para ti misma.
O aún mejor, escribes ese caótico desastre y lo transformas en poesía.
¿Cómo lo haces?
¿Cómo puedes amar a tantos pero insistir en que no mereces el mismo amor a cambio?
Nunca he conocido a alguien tan desinteresada como tú.
Nunca me he encontrado con otra persona que sea capaz de dar a otros la cantidad de esperanza que tú das.
Así que, ¿por qué no te das un poco de esa energía a ti misma?
Gastas tanto tiempo tratando de arreglar las piezas rotas de aquellos que se van a ir cuando los hayas parchado.
¿Crees que eso es justo?, ¿crees que eso es amor?
¿Has intentado cocer tus propias heridas antes de usar ese hilo en alguien que terminará por romperlo?
Ahora sé que esto parece más una lección que un poema de amor, pero estoy siendo agresiva porque te amo más de lo que alguien puede prometer.
Espero que no me odies después de esto.
Espero que no veas tus errores como defectos, o tu dedicación como algo que debes remover.
Eres hermosa, y eres tan gentil como la manera en que la mañana besa a la niebla.
Así que por favor, trata de amarte más a ti misma.
Trata de ver que eres mucho más que la cuidadora de los débiles.
Trata de ver que necesitas tanto amor como aquellos tragados por su propia oscuridad.
Irradias tanta luz que sé que puede ser difícil ver las sombras a tus ojos.
Pero yo las veo, y sé que no eres tan fuerte como dices.
Así que voltea tu letrero que dice "abierto", cierra las puertas y usa tu tiempo libre para decirte a ti misma lo que siempre pareces decir a los demás; eres hermosa y vas a sobrevivir, lo prometo.
Porque si hay alguien que puede convertir su dolor en poesía, su dolor en una nueva forma de sanar, eres tú.

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