domingo, 20 de septiembre de 2015

Círculos

La frase decía así "tú nunca serás feliz", y tú te la creíste.
Desde entonces no puedes parar de repetir los mismos errores, todos apilandose detrás de ti. Intentas contenerlos, intentas ponerles orden, pero no lo logras y a la larga te aplastan.
Si ya sabes que te hará daño, ¿por qué sigues haciéndolo?
Revisas si tu ex novio sigue con vida de vez en cuando y te preguntas, ¿será feliz? Y sabes que no debería de importarte, pero lo hace.
Dices que no volverás a hablar con los chicos que te hirieron el corazón, pero una vez que ellos toman la iniciativa no puedes resistir, pero mírate: siempre acabas llorando.
No pienso perdonarte más, pasé mucho tiempo esperando a que comprendieras que te estás haciendo daño, pero al parecer no puedes aprender de tus errores.
Se supone que no vuelvas a lo mismo, y a ti te encanta correr en círculos.
No te perdono que sigas buscando en la basura algo que repare tu corazón.
Sabes que necesitas un descanso y aún así pasas día tras día fuera de casa, evitando a toda costa estar sola: no vaya a ser que los viejos hábitos aparezcan.
No te perdono que dejes de comer cuando te sientes mal, que huyas a casa pensando que sólo así podrás sentirte mejor. ¿a dónde voy a ir ahora?, si ningún lugar se siente ya como el hogar.
Necesitas comprender que la vida sucede aquí, en este preciso instante. Y que en vez de desperdiciarla llorando por un idiota que está a kilómetros de aquí, deberías estar agradeciendo tener un día libre de tareas, de la escuela, del estrés.
No te perdono que te encante el drama.
No te perdono que no sepas quererte.
No te perdono que me hagas esto una y otra vez.
Pasó una, pasó dos, tres, cuatro veces. Pensé que no habría quinta, y resultó que hasta hubo una sexta vez.
Tú nunca vas a aprender.
Y yo ya no te perdono.

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