lunes, 22 de noviembre de 2021

Debemos ser tan valientes como los niños

 Este sábado fue día de la revolución y en el pueblo tuvimos una pequeña celebración en la plaza principal, con juegos, comida, música y bailes. Me levanté temprano porque supuestamente iba a tener una clase, pero me la cancelaron a último minuto así que fui a encontrarme con mi mamá y su jefa al parque, donde hablamos como por una hora acerca de mí y acerca de ellas, me preguntaron cosas como "¿quieres casarte?, ¿quieres tener hijos?, ¿cuándo vas a ir finalmente a USA?, ¿cuál es el plan para los siguiente años?", uff, mucho...

Luego fui a la plaza donde comí dos tamales vegetarianos, estaba hambrienta. Mi mamá y yo fuimos por mi sobrina y la llevamos a jugar a la resbaladilla y los columpios, estuvimos columpiándonos por un buen rato, mi sobrina quería que mi mamá también se subiera y ella se negó por completo, y me hizo pensar en cómo cuando crecemos nos da pena "hacer el ridículo", y cómo a mis 28 años literalmente no me da pena -casi nada. Me estaba paseando en los columpios con mi sobrina, luego fuimos a bailar porque la banda empezó a tocar e hicieron un juego donde ganaba quien bailara y dije bueno ok, no pasa nada. A los demás no les importa, ni siquiera prestan atención a algo más que no sean ellos mismos, así que, ¿por qué desperdiciar la oportunidad de sentirse como un niño otra vez?

Y todo bien, yo y mis ideas de que "soy genial y mi vida es genial", hasta que ayer mi novio me llevó a unas cascadas y boy - oh boy. Aquí sí que toda mi sabiduría se me fue por la borda. Y es que el día anterior estaba mi sobrina en la resbaladilla y no se quería aventar y le estábamos diciendo cosas como "vamos, tú puedes, no tengas miedo", y al día siguiente ahí estaba yo, al principio de una mini cascada y sin poder aventarme y por más palabras de aliento, no pude. ¿Por qué cuesta tanto soltarse?, dejar ir el miedo, si de niños somos capaces de hacer de todo, ¿porqué crecemos y nos limitamos tanto?, esto está bien y esto está mal, puedo y no puedo. 

Pensé que si mi sobrina puede hacer todo lo que se proponga a sus 3 años, yo también, y sé que vamos a regresar a las cascadas y sé que tengo que ser más valiente. Tanto como un niño lo sería. Tanto como un niño lo es cada día. 

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