lunes, 10 de agosto de 2015

Escribo para no olvidar

Estoy pensando aún si sería bueno escribir acerca de esto o no, pero creo que ya es demasiado tarde.

Tengo este corazón,  y tengo que vivir con él, aunque a veces no quisiera, simplemente desearía cambiarlo por otro más frío, sin sentimentalismos, sin tanto amor para dar.
Este fin de semana pasó algo que hizo que mi perspectiva de las cosas cambiara por completo, bueno, en realidad no de las cosas, sino de una persona en especial.
Soñé tanto con él, mi mente y mi corazón me decían que el momento especial, donde por fin estuviéramos juntos llegaría y sería perfecto: que el cielo me enviaría señales y la luna resplandecería de felicidad, porque al fin habría llegado lo que tanto esperaba.
Sucedió finalmente este sábado, mis mejores amigas de la preparatoria vinieron a visitarme a mi pequeño pueblo y yo estaba muy feliz de que finalmente fuéramos a reunirnos, pero una parte de mí estaba completamente distraída por el hecho de que aquí, en este mismo lugar donde ellas estarían, también estaría el chico que últimamente me quita el sueño. Yo les dije "quiero que lo conozcan" y ellas dijeron que estaba bien, y cuando les hablé de él, lo primero que mencionaron fue "¿por qué sonríes tanto?" y yo no tenía respuesta a esa pregunta, así que seguí sonriendo mientras íbamos camino a mi casa. Pasé la tarde entera esperando a que el momento llegara, diciéndome "está bien, va a estar bien, ellas van a aceptarlo"... y cuando finalmente llegó y se presentó con todas, mi corazón me susurró "te lo dije, todo está bien".
No sé por qué hice eso. Estaba tan preocupada por lo que ellas pudieran decir que trataba de mantenerlo lejos de ellas, trataba de que no fueran a decir algo de mí que pudiera alejarlo de mi lado para siempre. Y entonces comencé a preguntarme, "pero, ¿qué ocultas?, ¿hay algo de ti que él no sepa ya?" y mi respuesta fue un sí.

No sé cuándo comencé a preocuparme tanto por lo que los demás puedan pensar acerca de mis decisiones, acerca de las personas a las que quiero. Supongo que es por las malas decisiones que he tomado en el pasado, les he hablado a mis amigas acerca de chicos de los que luego me arrepiento de haber conocido, así que ahora prefiero no hablar acerca de mis sentimientos, cuando me preguntaron si lo quería solamente me quedé callada y cambié la conversación, cuando me dijeron "¿crees que esta vez funcione?" mis ojos se cerraron por lo que se sintió como una eternidad y me apresuré a contestar con un "no lo sé".
Porque a fin de cuentas, de verdad no lo sé. No quisiera pensar en ello. Me di cuenta de que tengo muchísimo miedo. Después de haber sido herida un sinfín de veces, ¿qué más podría esperar?
Me preparo para lo peor en caso de que suceda, aunque espero que no suceda. En el fondo, sé que no podría aguantar una decepción más.

El caso es que el sábado por la noche, cuando estábamos recostados en un sillón él y yo, cuando le dije "por favor abrázame, me da mucho miedo que este momento se acabe", cuando puso sus brazos alrededor mío y sentí el latido de su corazón tan cerca de mi oído, finalmente le dije "dime qué me hiciste" y el respondió "¿por qué?", yo solo sonreí y pensé "porque eres tan diferente a todos los chicos que había conocido hasta ahora, no sé qué sea, no sé qué es lo que haces, pero me gustas tanto que es ridículo". Nos quedamos así, abrazados y riendo por las cosas más simples. El tiempo pasó tan deprisa que cuando menos lo esperamos se habían hecho las 5 am y pensé "es hora de decir adiós a este momento tan perfecto".
No quiero olvidarme de la sensación que tuve después de haber pasado tantas horas a su lado, tan cerca de él. No me importa nada más. Sé que me queda una semana en este pequeño pueblo y después tendré que regresar a la realidad de mi vida escolar, sé que él tendrá que regresar también a su vida, y no quisiera que la distancia fuera un impedimento, pero ahora mismo no sé qué pensar. Me repito la pregunta que me hicieron mis amigas, "¿Crees que funcione?"
Y la respuesta no me gusta.

No hay comentarios: