miércoles, 17 de mayo de 2017

¿Sabías?

  En honor a que ya solo me quedan unas cuantas semanas en mi pueblo natal, y estoy a punto de emprender un viaje que seguramente me hará crecer en demasiados aspectos, traduje este texto que encontré un día en Tumblr:

 ¿Sabías que puedes renunciar a tu trabajo, puedes dejar la universidad? No es legalmente requerido que tengas un título, es una expectativa y una presión social, no es la ley, y nadie sostiene una pistola contra tu cabeza.

Puedes vender tu casa, puedes renunciar a tu apartamento, incluso puedes vender tu vehículo, y tus cosas que en su mayoría son innecesarias. Puedes ver el mundo con un salario mínimo, a pesar del mito, no necesitas un trabajo bien pagado. 
Puedes dejar a tus amigos (si son amigos verdaderos te van a perdonar, y seguirán siendo amigos) y hacer algunos nuevos en el camino. Puedes dejar a tu familia. Puedes irte de tu pueblo natal, de tu país, de tu cultura, y de todo lo que conoces. Puedes hacer sacrificios. Puedes renunciar a tu café de 50 pesos, puedes renunciar al aire acondicionado, a consumir productos nuevos constantemente. Puedes renunciar a comer en los restaurantes y preparar comidas baratas en casa, y comerte las sobras también, en vez de tirarlas. Puedes renunciar a la televisión por cable, incluso al Internet. Esta lista es interminable. 

Puedes sacrificar escalar en la jerarquía de las carreras. Puedes sacudir las tradiciones y las expectativas que los demás tienen de ti. Puedes vencer a tus miedos, conquistando tu mente. Puedes tomar riesgos. Y sobre todo, puedes viajar.
Simplemente no lo quieres lo suficiente. Quieres un título o un trabajo bien pagado o mantenerte en tu zona de confort. Eso está bien, si es lo que tu corazón anhela, pero por favor, no me envidies y digas que no puedes viajar. No estás muerto de hambre, en un desierto, en un país del tercer mundo, con cinco hijos desnutridos a los cuales alimentar. Probablemente vives en un país del primer mundo. Tienes un techo arriba de tu cabeza, y comida en tu plato. Probablemente eres dueño de lujos como un celular y una computadora. Puedes pagar las casas de invitados en India de 3 dólares, los desayunos recién hechos en Morocco de .10 dólares, porque si puedes vivir en un país del primer mundo, puedes costear el viaje a un país del tercer mundo, probablemente puedes viajar a un país del primer mundo. Así que por favor dime, "quiero viajar, pero hay otras cosas más importantes para mí y las estoy poniendo en primer lugar", no, "me muero por viajar, pero no puedo", porque todavía no he conocido a alguien que diga que no puede, que realmente no pueda.

Puedes, de cualquier manera, solo vivir una vez, y para mí, el enriquecimiento del alma que viene de ver el mundo vale más que un título que podría brindarme un cheque más gordo, o bienestar material, o complacer a la sociedad.
Claro, debes elegir por ti mismo, seguir los deseos verdaderos de tu corazón, pero debes saber que puedes viajar, solo estás inventando excusas por las cuales no podrías. Y si hace alguna diferencia, nunca he conocido a alguien que haya renunciado a su trabajo, dejado la escuela, renunciado a su vida en casa, para ver el mundo, y que se haya arrepentido. Nadie. Solo a gente que ha envejecido y se arrepienten de nunca haber viajado, que se arrepienten de haberse enfocado demasiado en el dinero y el éxito superficial, que se han dado cuenta demasiado tarde de que la vida es mucho más que esto.

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