domingo, 18 de octubre de 2015

Pensamientos al azar 4

Me parece que últimamente siempre escribo en las madrugadas, y últimamente no he parado de hablar acerca del amor. Ya sé, tan cliché, tan predecible, ¿no? Pero es que no tengo la culpa de estar enamorada así, tan simple y sencillamente enamorada como no lo había estado en años.
Pero bueno, basta de eso. Podría pasar palabras, oraciones y párrafos completos hablando de eso, pero lo guardaré para otro día.
Hoy, quiero hablar acerca de varias cosas que han pasado a mi alrededor y que de alguna manera me han afectado.
En primer lugar, mi hermano. Tan pequeño de edad y tan grande de estatura. Tan maduro y tan indeciso a la vez. Pasó de ser mi hermano menor a ser mi hermano mayor en cuestión de meses: un día simplemente aprendió a manejar, aprendió a hacer las cosas que yo no poder hacer ni de broma, se consiguió un trabajo, se consiguió una novia y de repente me estaba tratando como a una hermana pequeña: yendo por mi a altas horas de la madrugada, diciéndome las cosas que nadie más se atrevería, regañandome por mis acciones. Mi hermano, que recientemente entró a la universidad y me hizo sentir la persona más vieja de este planeta: ¿cómo es que creció tan rápido?
Y así,  de un día para otro le entran dudas, comienza a pensar en su futuro y solo ve una mancha borrosa. Y es que seamos honestos, ¿a quien se le ocurre pensar que a los 18 años estamos preparados para decidir que queremos hacer por el resto de nuestra existencia?
De cualquier manera, él ya tenía un plan desde hace muchos años, y a mí nunca me agradó. A veces trataba de disuadirlo pero no funcionó y cuando entró a la universidad solo pensé "ojalá que acabe, ojalá que le guste."
Y hace unos días decidió que no, que quiere dejar de estudiar. No sé cómo sentirme al respecto, tengo muchísimos sentimientos encontrados. Por un lado quiero que continúe estudiando, sino, ¿qué hará?, pero tampoco quiero que pase sus días haciendo cosas solo por rutina. Digo, soy la representación de que se puede estudiar algo solo porque se "debe" hacerlo.
La otra cosa de la que quería hablar es más bien superficial y hasta tonta, pero no me voy a quedar con ganas de hacerlo.
Esta tarde estaba en Facebook revisando unos mensajes cuando de repente vi en mi menú de inicio una publicación, y la verdad es que al principio ni siquiera me importó, pero luego la vi bien y vi que decía mi nombre, pero antes de mi nombre estaba un adjetivo con el que muchas mujeres han sido insultadas. Y supe en ese preciso instante que esa persona publicó esas palabras con la intención de  herirme. Y me dije, "¿qué demonios?"
Yo trato de vivir mi vida lo más pacíficamente posible. Nunca me he peleado con alguien, mucho menos voy a decir palabras que puedan ofender o hacer sentir mal, la verdad, en ese tipo de cuestiones prefiero que me digan cobarde antes de atacar de vuelta.

No hay comentarios: