miércoles, 11 de octubre de 2017

El ciervo que no vas a cazar

Lo siento si no puedo sentir después de esto.
Sí, quizá no tengo corazón
sí, muy probablemente voy a herirte
pero esto es por mi bien.

Me levanté y te vi ahí recostado
en vez de lanzarme hacia ti fui al baño.
Me miré en el espejo y me dije
"uno más, uno más."
Me quedé unos minutos viendo cómo dormías
casi pude percibir una sonrisa en tu rostro
estabas tan seguro.

"Ya pasó, ya la tengo"
imaginé que pensabas
"ya me acosté con ella, soy el ganador"

Pero conmigo no funciona así
puedo ir de cama en cama sin atrapar sentimientos.
Soy un imán y mis polos están en sintonía con los del amor.

Iba a dejar una nota, te lo prometo
pero no es mi estilo.

Yo soy la desalmada,
a la que todos quieren cazar
a la que llevan a casa y le preparan la cena
a la que le muestran su mejor versión.

La diferencia es que yo sí lo entiendo:
es una trampa.
Y se los diría a todas pero nadie me creería
lo que ellos montan no es más que un show.

Somos como ciervos para ellos
sus camas son trampas
sus besos carnada
y sus palabras la caña que desenredan poco a poco.

Forman una jaula invisible de la que pretenden que jamás salgamos.
"No puedes ver a nadie más" dirías después de un tiempo.
"Tú me perteneces"
"no te atrevas a salir vestida así."

O podrías ser más sutil,
podrías hacerlo sonar romántico, ya sabes:
"No puedo vivir sin ti"
"eres todo para mí"
"prefiero morir antes de perderte."

Lo siento si no puedo tener sentimientos
No después de haber despertado.
Soy el ciervo que está demasiado atento a los pequeños ruidos,
a las ramas que se ven muy sospechosas.

Así que mientras te veo dormir y sonreír,
lo único que puedo hacer es irme,
porque a fin de cuentas
uno de los dos tiene que sobrevivir.

No hay comentarios: